Autismo en adultos: a propósito de Rain man

Existen innumerables publicaciones acerca del tema del Autismo, pero, en la mayoría de las ocasiones, están centradas en el origen y la definición de este trastorno en la infancia. No debemos olvidar que el niño que nace con esta condición, tiene que arrastrar con ella hasta que es mayor. Entonces nos preguntamos ¿cuál es el comportamiento de un adulto autista? ¿El trastorno desaparece? O bien ¿se aumenta en síntomas?

Es necesario definir, en la medida de nuestras posibilidades, esta condición que se sitúa dentro de los Trastornos del Espectro Autista ((TEA). Engloba una serie de alteraciones que dificultan el desarrollo en diversas áreas, tales como la comunicación, la empatía o la capacidad de tener un nexo emocional con otras personas. Aunque la gravedad puede variar de persona a persona de acuerdo con lo marcada que tenga la sintomatología. Cabe mencionar que si una persona es diagnosticada con Autismo, tendrá, en la mayoría de las ocasiones, una inteligencia menor al promedio, así como otras afecciones, por ejemplo, la epilepsia.

En el año de 1988 el director Barry Levinson presentó la película Rain man: cuando los hermanos se encuentran (Estados Unidos). Tras la muerte de su padre, Charlie Babitt acude al funeral y se encuentra con la sorpresiva noticia de que no es el heredero universal de su progenitor. Surge un nombre, Raymond Babbit, un hermano de cuya existencia no estaba enterado, y quien, por otro lado, es el heredero principal de los millonarios bienes de su padre. Charlie intentará por todos los medios de que su recién descubierto hermano comparta la herencia, lo busca para hablar con él y llegar a un acuerdo. Pero hay algo que Charlie no sabe, Raymond es un adulto autista.

Pero ¿hasta qué punto las características que son presentadas en la película corresponden al particular modo de actuar de Raymond Babbit?

Debemos dejar claro que nunca se podrá generalizar en la representación de una persona autista en pantalla grande, pero el personaje de Raymond manifiesta muchos de los comportamientos inherentes a las personas autistas.

El especialista sueco Eric Zander, en su artículo Introducción al autismo, explica de manera muy clara las diferentes manifestaciones que se presentan en las personas que sufren este trastorno. Ahora tocará confrontarlos con el personaje autista de la película, aunque de manera muy general.

Zander comenta que las personas autistas no tienen la capacidad para crear vínculos emocionales con la gente. Al inicio de la película observamos que Raymond solamente tiene un vínculo con la persona más próxima a él, su cuidador, pero esto no se rige por las emociones, sino por la costumbre, porque él le satisface sus necesidades más inmediatas, como llevarlo de paseo, darle de comer, etc.

Por otro lado, el especialista menciona que las capacidades de comunicación de los autistas son limitada, si bien son muchos los que no llegan a desarrollar el lenguaje, los que sí lo logran tienden a utilizar frases hechas y se inclinan a repetirlas casi compulsivamente para poder expresarse. En la película, cuando Charlie intenta hablar con Raymond, éste solo le responde con frases como: "a las siete me toca la merienda", o bien, "a cierta hora toca ver un programa en la televisión", entre muchas otras que demuestran su imposibilidad de mantener una conversación con su hermano. Se rige solo por sus costumbres horarias. Esto refuerza también la teoría de que las personas con autismo tienen limitaciones en cuanto a lo que les genera interés, y sus actividades son repetitivas y están afianzadas dentro de su modo de vida.

El psicólogo comenta que los autistas pueden ser hipersensibles a ciertos sonidos, al tacto de ciertas cosas e incluso a ciertos olores. En el caso del personaje de la película, recordemos la tan sonada escena de cuando su hermano pretende que viaje en avión. Raymond manifiesta un terror inusitado cuando escucha, en el aeropuerto, el ruido de las aeronaves y tienen que viajar en coche. O bien, la que quizás es la secuencia más conmovedora de la película, cuando Raymond escucha, en el baño, el sonido que hace el agua caliente cuando Charlie está llenando una tina, se pone fuera de todo control, hasta que su hermano lo calma. Es cuando Charlie se acuerda que, cuando era niño, vivió con Rain man.

Aunque debemos decir que aunque estos son síntomas muy generales y no todos están obligatoriamente ligados al autismo, esta película nos permite entender lo que significa padecer este trastorno. No debemos olvidar que siempre es preciso consultar con un especialista en el tema para tener un diagnóstico confiable y definitivo.

En los últimos años la calidad de vida de los autistas ha mejorado considerablemente. En Estados Unidos han establecido un sistema de casas donde se alojan alrededor de 10 personas con autismo, con el objetivo de que tengan la mayor autonomía posible. En estos lugares tienen obligaciones, se tienen que organizar, van al mercado, disfrutan de momentos de ocio, en fin, tienen una vida cotidiana normal, dentro de lo posible. En la mayoría de los casos, existe gente que los visita regularmente para ver que todo esté bien. Ojalá que este sistema se propagara por todo el mundo para que la gente aquejada por este trastorno pudiera tener una vida autónoma e independiente, aunque con las debidas reservas.

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