Atrapado(a) sin salida, ¿qué puedo hacer?

Sentirse atrapado por los condicionamientos sociales es un fenómeno casi "normal" hoy en día, aunque no nos haga completamente felices, ¿Qué podemos hacer para emanciparnos?, ¡Entérate aquí

23 ABR 2019 · Lectura: min.
Atrapado(a) sin salida, ¿qué puedo hacer?

Mucho se habla sobre los desastres naturales en el mundo, pero también de algunos desastres ocasionados por el hombre tales como la tala inmoderada de los bosques, la deforestación, la contaminación y el impacto ambiental, daños en los ecosistemas, calentamiento global, entre otros. La multifacética problemática mundial está llegando a un límite insostenible e insospechado: guerras, hambre, violencia, enfermedades, epidemias, explosión demográfica, alto costo de la vida, luchas de poder, competencias sociales, pobreza extrema, etc. Pero son pocas las personas que se interesan por atender los campos energéticos propios, la basura mental e intoxicación que se va acumulando con el paso del tiempo, debido a los estilos de vida y un entorno desmesurado, descontrolado, en banca rota de todos los valores y en franco deterioro y desconocimiento total de todas las consecuencias que todo ese cúmulo de cosas genera.

Se dice que estamos acabando con nuestro planeta tierra y es una lucha desigual entre quienes quieren salvarlo y los que insisten en destruirlo y destruirse sin piedad: alcohol, tabaco, drogas, comida, sexo, poder, dinero… ¡Ay, el dinero!, como si con el dinero pudiera comprarse la salud, la vida, la felicidad y la continuidad, ¡Qué ideal tan pobre que defender!, un absurdo concepto demoledor que desarma a cualquiera. Fenómeno biopsicosocial que afecta a todos.

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¿Qué dice la Teoría de la Psicología de las masas al respecto?

El Dr. Serge Moscovici (Psicólogo Social Rumano (1925–2014), Acuñó el término de 'representaciones sociales'. Esto tiene mucho que ver con una acción colectiva de pensamiento y lenguaje, expresión y comunicación, pero dicha acción está asociada o relacionada con una movilización colectiva de algo, o resistencia en todo caso, a partir de un enfoque teórico de identidad social. Las personas se identifican pues con lo que les rodea, vibran en la misma sintonía de su entorno y de allí surge una máxima muy famosa "El individuo es producto de su medio", pero Albert Bandura (Psicólogo clínico y pedagogo canadiense), lo rebate, asegurando que: "Los individuos somos los productores de nuestras circunstancias de vida y no únicamente producto de éstas", y que además el aprendizaje social se adquiere mediante la observación de la conducta de otras personas (aprendizaje vicario se le llama también). Bandura señala la importancia de la influencia que las personas ejercen sobre nosotros y la clasifica en cuatro procesos: La atención, la retención, la reproducción motriz y finalmente la motivación y el refuerzo.

En ese marco, podemos observar que la imitación de conductas se aprende desde el hogar, la familia, los amigos, la escuela, los medios de comunicación principalmente la radio, la televisión, el internet y otros más cercanos y al alcance de nuestras manos. Entonces,

"Así como la influencia puede invadir y devorar al individuo, hasta el punto de reabsorberlo en la masa indiferenciada en la que no es más que un manojo de imitaciones, también la neurosis corroe la capa consciente del individuo hasta que sus palabras y gestos se convierten en repeticiones vivas a veces de los recuerdos traumáticos de su infancia. Pero sus efectos son evidentemente opuestos. La primera hace al individuo capaz de existir en grupo y a la larga, lo coloca en la incapacidad de vivir solo. La segunda le impide convivir con otros, lo separa de la masa para encerrarlo en sí mismo". –Señala Serge Moscovici-

En resumen, la influencia nos vuelve sociales y la neurosis asociales. Dos tendencias antagonistas: La una nos integra al grupo, la otra nos defiende contra él. En las sociedades modernas han sido exacerbadas y llevadas al extremo, pero una cosa sí es segura y debemos tenerla en cuenta; las pretendidas "locuras colectivas no son de la misma índole que las pretendidas "locuras" individuales, y no se debe sacar a la ligera la conclusión de las unas o las otras, porque ambas tienen repercusión global.

Lo que hacen unos nos afecta a otros, lo que hacen otros nos afecta a todos, porque todos estamos en el mismo barco, todos somos parte de la humanidad doliente de la tierra y sería prudente, justo y oportuno considerar y reconsiderar estos aspectos importantes de manera seria y disciplinada para evitar males mayores, nos ahorraríamos muchos dolores cabeza ahora y también después. Se trata pues, de no perder la relación con la realidad y la confianza en sí mismos. Ir de lo particular a lo general y reflexionar profundamente en todas las cosas que podemos aportarle a nuestro mundo desde nuestra trinchera: Adoptar la costumbre del reciclaje, ahorro de energía eléctrica, valorar el uso del agua y del suelo, organizar los espacios y hacerlos confortables, dejar de acumular objetos que no sólo saturan el hogar y las comunidades, sino también la mente humana, limpiar, depurar, sembrar jardines, huertos familiares y bajarle dos rayitas al consumismo desmedido.

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Cada uno de nosotros podemos comenzar aquí y ahora una nueva realidad, hacer una nueva versión de nosotros mismos en el ánimo de mejorar nuestra calidad de vida, empezando por aprender a respirar, balancear nuestra alimentación, vencer la pereza mental y hacer un poco de deporte diariamente, descansar ocho horas por las noches, observar nuestros estados emocionales, prevenir nuestra salud física - mental y evitar consecuencias lamentables, depurar nuestras redes sociales, desintoxicarse de tanto abuso en el consumo de la tecnología, volver a la naturaleza, volver al campo y disfrutar de cada despertar mañanero y extasiarse mirando cómo se asoman los primeros rayos del sol por entre la colina y sentir su calor, colándose por entre las copas de los árboles. Tocar con las manos el fresco rocío de la hierba, oler majestuoso el aroma de las flores bebiendo esos rayos matutinos, escuchar el canto de los pájaros saliendo de sus nidos, observar como danzan las hojas de los árboles al compás del viento, bendecir el agua que corre tibia y cristalina bajo los pies, mojando los arroyos, los ríos y los mares ¡Respira la vida y llénate de la madre natura, donde crece la vida, la armonía, la esperanza, la voluntad, la belleza y la fe… Donde habita Dios!

¿Quieres saber más de este tema?, escríbeme a Psico.mx, responderé a la brevedad posible.

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Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

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