Amor y Apego

Amor y Apego son incompatibles. El primero se entrega incondicionalmente, se dona sin reservas. El segundo se vuelve calculador, sujeta, pide y exige, se vuelve pura Dependencia Emocional.

17 FEB 2018 · Lectura: min.
Amor y Apego

No hay palabras humanas para describir fielmente lo que significa la palabra: AMOR. Y en el mundo de las relaciones amorosas, se observa mucho el factor apego. Pero hablar de amor, o hablar de apego, no significa necesariamente que tenemos que relacionarlo con tal fenómeno mencionado.

Hay personas preparadas para amar de mil maneras y hay otras dos mil razones a su alrededor para decir: Te amo, pero ¿Qué es en verdad amar sin apegos?, veamos, ¿qué te dicen estas dos frases?

  • "Te amo porque te necesito"
  • "Te necesito porque te amo"

Si seleccionaste la primera frase, en realidad de verdad, estás amando con apego, te estás agarrando a algo o a alguien para sobrevivir, te estás sujetando a ese algo o a ese alguien como si fuera tu única tablita de salvación. Es como decir: "Ay mira yo te amo porque te ocupo", o "Es que siento que te amo y si te vas no voy a poder vivir sin ti", es como que su mundo gira alrededor de aquella persona y que si la suelta se va a morir sin ella… "Me agarro de ti porque sólo tú me das seguridad y sin ti, yo no valgo nada"… puf, eso no es amor, eso es apego y aparte existen varios tipos de apego que caracterizan las necesidades de cada cual. Esto va directamente asociado con lo que en psicología clínica llamamos: Dependencia Emocional, que son vínculos afectivos muy intensos entre algunas personas con detonantes profundos en el miedo, la incertidumbre, el temor, la inseguridad, la falta de confianza y la baja autoestima.

Si seleccionaste la segunda frase, es muy probable que tu amor sea sincero e incondicional, pues implica interpretarse como: "Siento necesidad de ti porque en verdad te amo y necesito darte mi amor". Y quizá sin esperar nada a cambio, siente la necesidad de darse, de donarse voluntariamente a la otra persona confiando plenamente en sí mismo, seguro de su amor y de esa otra persona, aunque no todas las personas podrían valorarlo en su máxima expresión.

¿Hasta qué punto nuestros afectos, relaciones y vínculos con otras personas están regulados por el interés que nos reportan esas relaciones o interacciones? ¿Cuántas personas que conoces "te conocen realmente"?, ¿Cuántas personas que conoces apostarías a que nunca te fallarían, que son de plena confianza y sabes que puedes contar con ellos?, ¿Cuántas personas que conoces sabes que estarían a tu lado en los momentos buenos y más importante aún, los menos buenos?. ¿Cuántas personas que conoces sabes y te demuestran que te quieren, te aceptan y te valoran por ser como eres y además no pretenden cambiarte?. Imagina además que te haces todas esas preguntas después de haberte quedado sin trabajo y con tus recursos económicos bajos mínimos, y que físicamente has llegado a pesar 120 kg. ¿Verdad que te quedan todos los dedos de una mano?, desde luego y eso está claro es que todas las personas que han superado esa criba, merecen la pena y conviene conservarlas una vez que se han encontrado.

Entonces amor y apego no son compatibles definitivamente veamos:

Imaginemos una balanza: Por un lado tenemos una gran pregunta: ¿Qué tengo para ofrecer? Y por el otro lado tenemos otra gran pregunta: ¿Qué recibiré a cambio de lo que tengo para ofrecer?

  • ¿Qué tengo para ofrecerte?
  • ¿Has revisado tu caja de valores?
  • ¿Estás seguro(a) que tienes el suficiente capital, para dar todo lo que él o ella se merecen?
  • ¿Qué estás dejando para ti?
  • ¿Cobrarás intereses por lo que das?
  • ¿Darás todo en una sola emisión, o darás todo poco a poco?
  • ¿Será acaso que tú darás únicamente para que te den?
  • ¿O darías todo a cambio de nada?
  • ¿Importa que no valoren todo lo que tú das?
  • ¿Seguirías dando a manos llenas?
  • ¿Qué sientes cuanto tú te das o te donas a otra persona?
  • ¿Qué recibiré a cambio por todo lo que doy?

Si no me das, yo no tengo porqué darte nada.

Entre más te doy, tengo derecho a exigirte más.

No me convienes como pareja, porque no tienes nada qué darme

Me cobraré contigo como sea, pero yo no perderé nada.

Lo que yo te doy es sólo para ti, no para los demás.

Yo decido lo que quiero darte o no.

Yo decido cuando debo darte y cuando no.

¿Qué tanto recibiré a cambio de lo que yo te doy?

Como hemos visto, ambos extremos de la balanza son completamente diferentes e incompatibles: Uno habla del amor incondicional, y el otro huele a puro egoísmo, a cinismo, a dolo calculado, alevosía y ventaja, eso es puro apego, pura dependencia emocional. ¿Con cuál te identificas?

PUBLICIDAD

Escrito por

Dora Lidia Pérez Rochín

La Psic. Dora Lidia Pérez Rochín es una de las psicólogas más profesionales que brinda la atención y orientación necesaria para poder resolver sus problemas emocionales que pueden estar afectando su vida social y familiar. Cuenta con el conocimiento y la experiencia necesaria.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

últimos artículos sobre codependencia

PUBLICIDAD