La importancia del amor propio: 7 claves para trabajarlo

El amor a uno mismo es una represa de contención contra el sufrimiento mental. Un amor propio saludable partirá del principio: “merezco todo lo que me haga crecer como persona y ser feliz".

4 ENE 2017 · Última modificación: 30 ENE 2024 · Lectura: min.
La importancia del amor propio: 7 claves para trabajarlo

Amarse a uno mismo, es decir, tener amor propio,  no solamente es el punto de referencia para saber cuánto se debe amar a los demás; sino que parece actuar como un factor de protección contra las enfermedades psicológicas y un elemento que genera bienestar y calidad de vida.

Activar la autoestima o amar lo esencial de uno mismo es el primer paso hacia cualquier tipo de crecimiento psicológico y mejoramiento personal; tiene que ver con la capacidad genuina de reconocerse sin vergüenza ni temor; identificar las fortalezas y virtudes que se poseen, integrarlas al desarrollo de nuestra vida y volcarlas hacia los demás de manera efectiva y compasiva.

Quererse a uno mismo es considerarse digno de lo mejor, fortalecer el auto respeto y darse la oportunidad de ser feliz por el solo hecho, y sin más razón de estar vivo.

Ser amigo de uno mismo es el primer paso hacia una buena autoestima. Amar es buscar el bien es buscar el bien del otro y disfrutarlo, es compartir su dolor y gozar de su alegría; con el amor propio ocurre algo similar; es aceptarse, conocerse, agradarse, procurarse, cuidarse; etc.

La visión negativa que se tiene de uno mismo es un factor determinante para que aparezcan trastornos psicológicos como fobias, depresión, inseguridad interpersonal, alteraciones psicosomáticas, problemas de pareja, bajo rendimiento académico y laboral, abuso de sustancias, problemas de imagen corporal, incapacidad de regular las emociones y mucho más. Si la autoestima no tiene la suficiente fuerza, viviremos mal, es más probable que se dificulte sentirse feliz y con facilidad se presenta la ansiedad.

¿Qué es el amor propio?

Quererse a uno mismo es quizás, el hecho más importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez más difícil de sobrellevar. No obstante es mejor no exagerar y tener presente que en determinadas situaciones, cuando nuestro amor propio es atacado, querernos a nosotros mismos sin tanto recato ni miedos irracionales puede sacarnos a flote y ayudarnos a andar con la cabeza en alto.

La imagen que tienes de ti mismo no es heredada o genéticamente determinada, es aprendida. El cerebro humano cuenta con un sistema de procesamiento de la información que permite almacenar un número prácticamente infinito de datos. Esa información que hemos almacenado es la experiencia social a lo largo de nuestra vida, se guarda en la memoria de largo plazo en forma de creencias y teorías. De esta manera poseemos modelos internos de objetos, significados de palabras, situaciones, tipos de personas, actividades sociales y muchas cosas más. Este conocimiento del mundo, equivocado o no, nos permite predecir, anticipar y prepararnos para enfrentar lo que vaya a suceder: el futuro está almacenado en el pasado.

La principal fuente para crear a visión del mundo que asumes y por lo que te guías surge del contacto con personas (amigos, padres, maestros) de tu universo material y social inmediato. Y las relaciones que estableces con el mundo circundante desarrollan en ti una idea de cómo crees que eres. Los fracasos y éxitos, los miedos e inseguridades, las sensaciones físicas, los placeres y disgustos, a manera de enfrentar los problemas, lo que te dicen y lo que no te dicen, los castigos y los premios, el amor y el rechazo percibidos; todo confluye y se organiza en una imagen interna sobre tu propia persona: tu Yo o tu auto esquema.

Los humanos mostramos la tendencia conservadora a confirmar, más que a refutar las creencias que almacenamos en nuestro cerebro por años. Somos resistentes al cambio por naturaleza y esta economía del pensamiento nos vuelve poco permeables a los estímulos novedosos. Así que cuando configuras un auto esquema negativo de tu persona, te acompañará por el resto de tu vida si no te esfuerzas en modificarlo.

Señales de una falta de amor propio

Son muchas las personas que pueden acabar experimentando una falta de amor propio debido a sus experiencias de vida. En muchos casos, cuando una persona carece de este amor hacia sí mismo, esto puede implicar lo siguiente:

  1. Exceso de perfeccionismo o miedo al fracaso: cuando una persona no tiene suficiente amor hacia sí misma puede intentar demostrar constantemente su valía a los demás. Esto puede implicar acabar siendo demasiado perfeccionista o incluso tener un miedo extremo a ‘fracasar’ o equivocarse ante los demás.
  2. Dejar de lado sus necesidades personales: La falta de amor propio también puede implicar que una persona acabe dejándose de lado a sí misma. Esto significa no cuidarse, tanto por dentro como por fuera.
  3. Tolerar comportamientos o relaciones tóxicas: Una de las características que pueden implicar una falta de amor propio es no poder o no saber poner límites a los demás. Esto puede comportar relaciones tóxicas con otras personas, una situación que empeorará la autoestima y el amor propio.
  4. Compararse con los demás: Otra de los signos de una falta de amor propio es la comparación constante con otras personas. En este caso, la comparación tiende a ser negativa hacia la propia persona.
  5. Auto-crítica constante: Las personas con una falta de amor propio tienden a criticarse demasiado a sí mismas. Es decir, suelen tratarse con mucha hostilidad.
  6. Sentirse inadecuado o ‘poca cosa’: Finalmente, otro de los signos que pueden indicar una falta de amor propio son los sentimientos de inferioridad o de ‘ser menos’ que los demás.

Estas son algunas de las principales señales que pueden indicar que una persona carece de amor hacia sí misma. Si te sientes identificado con ello, te recomendamos que acudas a un psicólogo profesional para trabajar en ello.

¿Cuál es la diferencia entre autoestima y amor propio?

A pesar de que tanto la autoestima como el amor propio implican comportamientos que involucran los pensamientos, los sentimientos y las creencias alrededor de la persona, existen algunas diferencias entre estos dos aspectos. Principalmente, se pueden diferenciar los siguientes:

  • La falta de amor propio implica problemas más profundos que la baja autoestima: Aunque se trata de conceptos internos muy vinculados, la realidad es que la falta de amor propio deriva de creencias y sentimientos en los que la persona se siente insuficiente o no ser lo suficientemente buena ante los demás.
  • La autoestima fluctúa más que el amor propio: Es decir, para poder conseguir mejorar nuestro amor propio hace falta mucho más trabajo que con la autoestima.
  • La autoestima es más frágil que el amor propio: La autoestima es más vulnerable a los factores externos e internos, por lo que implica que es mucho más frágil. En cambio, el amor propio implica conceptos mucho más integrados en nosotros.
  • La autoestima implica juzgarse: La autoestima es el resultado de nuestra mente crítica. Es decir, es nuestro cerebro quien busca nueva información que puede usar para evaluar y comparar para crear un juicio.
  • El amor propio está en nosotros: Aunque la autoestima también se debe trabajar en nuestro interior, la realidad es que el amor propio solo se puede encontrar en nuestro interior. Es decir, debemos ahondar en nosotros para conseguir trabajarlo.

10 Ejemplos de amor propio

Algunos ejemplos que pueden ayudarnos a entender qué es el amor propio son los siguientes:

  1. Tomarse tiempo para tener un descanso y dedicarse a sí mismo
  2. Entender nuestros sentimientos y comprender por qué nos sentimos de una forma concreta
  3. Entender que para todo cambio se requiere de un trabajo interior
  4. Ser menos crítico contigo mismo, cambiar el diálogo interno que tenemos hacia nosotros mismos
  5. Tener tiempo para cuidarse, tanto mental como físicamente. Esto puede implicar realizar ejercicio diario, o acudir a un psicólogo si nos vemos con dificultades en nuestro día a día.
  6. Entender y comprender nuestros límites. Saberlos comunicar y sobre todo hacerlos respetar.
  7. Dejarnos espacio diariamente para descansar y para dedicárnoslo a nosotros mismos.
  8. Alejarnos de las personas que nos crean un daño en nuestra vida
  9. Enfocarnos en lo que realmente deseamos en nuestra vida y trabajar para conseguirlo diariamente
  10. Comprender que nadie es mejor que nosotros, y que cada persona tiene sus habilidades y dificultades

Estos son algunos ejemplos que pueden ayudarnos a comprender cómo es una persona con amor propio.

La importancia del amor propio

¿Para qué sirve el amor propio?

  1. Incrementar las emociones positivas: te alejará de la ansiedad, la tristeza y la depresión y será mucho más fácil acercarte a la alegría y a las ganas de vivir mejor.
  2. Alcanzar niveles de mayor eficiencia en las tareas que emprendes: no te darás por vencido muy fácilmente, perseverarás en las metas y te sentirás comprensible y capaz.
  3. Relacionarte mejor con las personas: te quitarás de encima el incómodo miedo al ridículo y a la necesidad de aprobación, porque tú serás el principal juez de tu conducta. No es que no te interesen los demás, sino que no estarás al pendiente de los aplausos y los refuerzos externos; tomarás las críticas más objetivamente.
  4. Amar a tu pareja y querer a tus amigos y amigas más tranquilamente: dependerá menos y establecerás un vínculo más equilibrado e inteligente, sin el terrible miedo o ansiedad de perder a los otros.
  5. Ser una persona más independiente y autónoma: te sentirás más libre y seguro (a) a la hora de tomar decisiones y guiar tu vida.

Existen cuatro aspectos importantes a la hora de configurar la autoestima general, y aunque en l práctica están entremezclados, cada uno tiene su particularidad:

  • Auto concepto (qué piensas de ti mismo)
  • Autoimagen (cuánto te agradas)
  • Auto reforzamiento (cuánto te premias y te das gusto)
  • Autoeficacia (cuánta confianza tienes en ti misma)

Bien estructurados, son lo cuatro soportes de un "yo" sólido y saludable; si funcionan mal o si alguno de ellos falla continuamente; será suficiente para que tu autoestima se muestre inestable.

No hay felicidad completa sin auto-respeto, sin mantenerte fiel a tu propio ser y al potencial que llevas dentro.

¿Cómo tener amor propio?

Si sientes que tienes problemas para desarrollar tu amor propio, es importante que empieces a enfocarte en tus propias necesidades. Para conseguir mejorar nuestro amor propio, esto implica trabajar diariamente en ello. Teniendo esto en cuenta, algunas de las maneras en las que puedes trabajar en tu amor propio son las siguientes:

  1. Priorízate: Para conseguir enfocarte en tu amor propio es esencial que entiendas que una de las claves es priorizarte a ti mismo. Es decir, tanto tu salud física como mental va antes que todo lo demás.  De hecho, cuanto más te dediques a cuidarte física y psicológicamente, mejor te notarás en estos dos aspectos.
  2. Trátate como si fueras tu mejor amigo: En muchas ocasiones, las personas con una falta de amor propio tienden a tratarse a sí mismas de una manera irrespetuosa o con poca amabilidad. Esto puede acabar afectando la forma en la que nos percibimos a nosotros mismos. En cambio, si nos hablamos y nos tratamos como si fuésemos un amigo muy cercano, es muy probable que seamos más amables y comprensivos.
  3. Deja de compararte con los demás: Compararse solo hará que te sientas peor contigo mismo y sobre todo que acabes empeorando tu amor propio. En muchos casos, en estas comparaciones nos solemos sentir peores que las demás personas y esto solo causa un malestar en todos los sentidos. En lugar de compararte, intenta centrarte en aquello que puedes mejorar de tu vida para ser tu mejor versión.
  4. Comunica y respeta tus límites: Aprender a marcar tus límites es esencial si quieres respetarte y sobre todo sentirte mejor contigo mismo. Por lo que, si no te sientes cómodo haciendo cualquier cosa, o si sientes que alguien está sobrepasando tus límites, es importante para tu amor propio intentes comunicarlos.
  5. Perdónate: Es muy común que las personas que tienen una falta de amor propio se sientan culpables sobre algunos acontecimientos de su vida. Este tipo de actitudes solo hace que a la larga veamos perjudicada nuestra autoestima y valía personal. En lugar de sentirte culpable, intenta enfocarte en lo que eres y en lo que puedes mejorar.
  6. Rodéate de personas positivas: En algunos casos, las personas pueden hacernos sentir peor con nosotros mismos. Cuando esto sucede, es crucial que intentemos remediar esta situación ya que puede perjudicarnos en diferentes aspectos. Por lo que, si sientes que estás en un entorno tóxico, quizá un primer paso para cuidarte sea precisamente dejar de lado estas personas.
  7. Razona con tus pensamientos negativos: Tener una mentalidad más positiva no implica ignorar nuestros problemas. Por lo contrario, significa afrontar las situaciones difíciles con más entereza, y viéndolas como todo un reto.

Estas son algunas de las acciones que puedes tomar para aumentar tu amor propio y sentirte mejor contigo mismo. Todo ello te permitirá estar más a gusto contigo y sobre todo, aumentar tu bienestar en todos los sentidos.

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Escrito por

Irene Quintero Herrera

Psicóloga centrada en diferentes trastornos psicológicos y emocionales que pueden interferir en el desarrollo o en el bienestar de las personas. Su objetivo profesional es proporcionar a las personas todas las herramientas para que puedan mejorar su calidad de vida, así como conocerse mejor y obtener una mayor autonomía.

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Bibliografía

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Comentarios 2
  • Mary O

    Súper artículo! Me aclaró muchas ideas, gracias.

  • Idanes Burgos

    Es un artículo muy interesante y muy a tono con la base que debe tener cada ser humano para desenvolverse exitosamente, muchas gracias.

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