9 causas más frecuentes de los trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios suelen ser más comunes de lo que se cree y pese a su incidencia, para los expertos ha sido difícil establecer exactamente cuáles son los factores de riesgo que los desencadenan y delimitar sus causas. Tan solo en México, estudios epidemiológicos han indicado que hasta el 6 por ciento de las mujeres de entre 12 y 21 años presentan algún tipo de trastorno alimenticio.

 ¿Cómo aprender a detectarlos y cuál es su origen? Sigue leyendo con nosotros. 

Entre los elementos que han encontrado los investigadores que estudian los comportamientos se encuentra el hecho que si bien los trastornos alimenticios pueden iniciar por preocupaciones de comida y peso, no se limitan solo a ese aspecto. 

En muchas ocasiones, las personas que padecen de este tipo de enfermedades busca utilizar la comida como una forma de intentar controlar sentimientos y emociones que, de otra manera, son interpretados por la persona que sufre de estos padecimientos como insoportables. 

"El trastorno alimenticio siempre estará conmigo. Es algo contra lo que lucharé toda mi vida. Es más difícil y duro que abandonar las drogas y el alcohol, pero sigo en la batalla, que es lo más importante". - Demi Lovato, cantante y exchica Disney

Es por eso que comer demasiado, dejar de comer, comer papel y comer para luego vomitar, son formas que tienen las personas de tratar de establecer cierto control en sus vidas pese a sufrir con ellos serios daños físicos y mentales, entre otros. 

Las causas más frecuentes

Como ya lo dijimos, aún no se han establecido cuáles son todas las causas de los trastornos alimenticios, aunque se han podido determinar elementos comunes que pueden contribuir con la aparición de estos padecimientos, a su vez estas causas están divididas según el tipo de factor.

Tras cientos de casos se han observado con mayor frecuencia estas 9 causas:

• Factores interpersonales: 

1. Antecedentes de abuso físico y sexual: Este es uno de los elementos que pueden llevar a una persona a desarrollar trastornos alimenticios, ya que se ha identificado que las víctimas de este tipo de conductas buscan retomar el control de sus cuerpos por medio de la alimentación. 

2. Haber sufrido bullying por su peso: Las personas que son ridiculizadas por ser demasiado delgadas o demasiado obesas, tienden a intentar incidir de forma decidida en su propia alimentación, ocasionando el desarrollo de algún tipo de enfermedad mental. 

3. Dificultad de expresar sentimientos o emociones: Muchas veces esta dificultad origina los trastornos alimenticios, ya que el control de la comida puede parecer una forma efectiva de lidiar con emociones y sentimientos no expresados. 

• Factores psicológicos 

4. Sentimientos de falta de control en la vida o insuficiencia: Como ya lo mencionamos en el punto anterior, las personas que padecen de trastornos alimenticios buscan controlar la comida como una forma de lidiar con la falta de control que puedan llegar a tener en la vida. 

5. Baja autoestima: Las personas que desarrollan trastornos alimenticios pueden tener baja autoestima, siendo un elemento que desencadena alguno de los padecimientos. 

6. Ansiedad, soledad, depresión y enojo: Estas condiciones pueden llegar a desencadenar trastornos alimenticios si no las vigilamos de cerca y tenemos ayuda, ya sea apoyo familiar o de un psicólogo experto. 

• Factores sociales

7. La glorificación de la delgadez: La presión por tener un cuerpo delgado puede llevar a muchas personas que no tienen esta contextura física a desarrollar algún tipo de trastorno alimenticio. 

8. Presión cultural que valora más el físico que las virtudes internas: El mundo globalizado donde, día a día, recibimos imágenes de personalidades que son famosas solamente por su físico, puede causar presión y deseos por querer vernos de manera similar sin importar el costo en nuestra salud. 

9. Cánones de belleza que incluyen únicamente cierto tipo de cuerpos: Muy de cerca al punto anterior, el tratar de encajar en el modelo de belleza actual puede causar una preocupación extrema en las personas que llegan a desarrollar un trastorno alimenticio al intentar controlar su alimentación para poder encajar.

Adicionalmente, aún se estudia si hay algún tipo de factor biológico, interno o externo, para el desarrollo de los trastornos alimenticios. Se investiga si el desbalance en los neurotransmisores, o desórdenes genéticos pueden ser responsables de este tipo de padecimientos. 

¿Cuáles son los trastornos de alimentación más frecuentes?

Los trastornos de alimentación pueden presentarse con diferentes síntomas, siendo algunos más comunes que otros sin embargos todos son altamente dañinos:

• Anorexia: Este es uno de los trastornos alimenticios más frecuentes, y peligrosos. Consiste en un gran temor por aumentar de peso, mientras se tiene un peso corporal anormalmente bajo por lo que se padece una percepción distorsionada de la propia figura. 

• Bulimia: Este es un trastorno alimenticio muy grave que puede terminar en la muerte de la persona que la padece. Esta se caracteriza por ‘atracones’ de comida seguido de momento de ‘purga’ consistentes en vomitar lo ingerido, así como realizar ejercicio en extremo o abusar de laxantes. 

• Trastorno por restricción de la ingesta de alimentos: Este trastorno consiste en no consumir los requerimientos nutricionales diarios mínimos por el hecho de no tener interés en alimentarse. No se evitan los alimentos por el temor de subir de peso, sino por desinterés o por evitar alimentos de ciertas características.

• Trastorno de rumiación: En este caso la persona que padece el trastorno alimenticio presenta una regurgitación continua de los alimentos, regresando a la boca sin padecer de náuseas o arcadas. Este padecimiento puede llevar a la desnutrición.

• Trastorno alimentario compulsivo: En este caso las personas pueden comer excesivamente incluso después de la saciedad. Se suele sentir culpa por la cantidad de comida consumida, sin embargo no se realizan ‘purgas’ para eliminar esa comida siendo frecuente seguir comiendo por vergüenza.  Esto puede llevar al sobrepeso y la obesidad.

Si crees que padeces de alguno de ellos, no dudes en pedir ayuda y visitar a un psicólogo experto que puede abordar el problema de la manera más beneficiosa para ti.

Mantente alerta

Después de ver las causas y  los trastornos alimenticios más frecuentes, es evidente que hay muchas razones para sentirnos vulnerables. Ahora, es momento de identificar si hemos caído en las comparaciones, o si por el contrario tenemos las herramientas para ayudar a otras personas a sentirse a gusto y aceptarse.

No te culpes o menosprecies si has sido víctima de un trastorno alimenticio, siempre hay vías para levantarte y ser incluso, una mejor versión de ti.

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