​25: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

a violencia se considera como una peste, deja marcas que van más allá de hematomas, cicatrices y sangre; en el peor de los casos, el mal ejemplo va tejiendo más y más eslabones en una cadena de violencia que parece interminable contra la mujer. Sin importar edad, sin importar grado social, color, religión, cultura…nada, la violencia surge como una plaga que deja cicatrices más dolorosas y difíciles de borrar en el alma.

La violencia contra la mujer (niñas, adolescentes, adultas, ancianas) es una de las violaciones más devastadoras de los derechos humanos. Lamentablemente no solo persiste: aumenta.

En la violencia se ven inmiscuidos factores como la discriminación, desigualdad, machismo, poder, sumisión, falta de inclusión, no aceptación; la cual queda manifestada en maltrato físico, maltrato sexual, daño emocional (depresión, ansiedad, estrés), en el peor de los casos… la muerte. Sin embargo, en ésta influyen más agentes: el ambiente familiar, ambiente social, la educación que sale de casa, los valores que nos forman y qué tan tolerantes podemos ser.

Datos recabados en 87 países indican que entre el 2005 y 2016 el 19% de mujeres en un rango de edad entre 15 a 49 años han experimentado violencia (física, sexual) por parte de su pareja.

Este mal está muy enraizado, es increíble como los barones adoptan fácilmente esta conducta, lo fácil que es para algunos hacer daño, lastimar, herir y someter al género femenino.

Se requiere de manera urgente un cambio, igualdad de género, aumentar la inclusión de la mujer y la protección a ellas. Todo lo necesario para evitar conflictos y generar logros.

Como personas que buscamos eliminar la violencia contra la mujer no nos podemos conformar con palabras, se necesitan hechos que pinten un panorama de paz, ya que hasta lo que ahora se logra ver y se trata de promover no es suficiente. En el peor de los casos, no se avanza, se retrocede en este tema tan delicado.

¿Entonces? Este 25 de noviembre como cada año se busca recordar y sensibilizar a la población de la violencia que enfrentan millones de mujeres a nivel internacional. La intención es terminar con este malestar, que las mujeres sean libres de expresarse sin ser juzgadas, que se respete su persona y sus ideologías, que su vida e integridad se encuentren a salvo y no sufran más por violencia del tipo que sea.

Para lograrlo se necesita gran empeño, compromiso personal y a nivel social. Como personas, es importante que fomentemos valores a los más pequeños del hogar, generar conciencia de que todos somos iguales y tenemos las mismas capacidades. Concienciar a varios sectores de la sociedad de que las mujeres pueden y son capaces de involucrarse en diversas actividades que les permitan aprender a desarrollarse por sí solas; en especial, que terminen con sus miedos de que alguien les pueda agredir o violentar.

Las mujeres son para respetarse, para valorarlas, para escucharlas, para premiarlas, para darles el lugar que les corresponde a nivel social y familiar, no son objetos que se deben prostituir y traficar, no son personas que deben sufrir a consecuencia de la violencia, esclavitud y mucho menos etiquetarlas como si se tratara de cualquier mercancía; en el hogar, recordar que también tienen voz y la oportunidad de elegir, que merecen un respeto sin importar la edad que tengan; en el trabajo, dejar claro que también pueden contribuir, no solo son máquinas productivas, son personas que tienen el mismo valor que el sexo masculino; en la sociedad, la mujer debe expresarse libremente sin verse amenazada. Las mujeres deben dejar de tener miedo. En sí, se deben terminar con estos muros que, pese a no ser tangibles, están obstruyendo su desarrollo y calidad de vida; lo peor, cada vez más la sociedad está corrompida y dañada por la soberbia, el poder, la ambición, el egoísmo. Lo increíble es que la mujer no solo sufre violencia por el género contrario, por la sociedad, por políticos, por criminales, por su religión, por sus parejas, por sus padres, por sus hermanos y demás familiares; sufre violencia por su mismo género, aquellas que no creen en la igualdad y se dejan guiar por el poder y su cargo. A este grado tan tétrico hemos llegado.

Es difícil detener este monstruo, pero es posible. Depende de compromiso, de valores, de educación, de castigos, de reformas, de promesas reales, de que las autoridades hagan correctamente su trabajo, que la corrupción se detenga. En fin, son diversas las instituciones y los elementos que se deben corregir para que termine la violencia contra la mujer.

Datos de violencia contra la mujer en México

México no se salva de estar entre los países con más casos de violencia hacia la mujer. Aquí en el país la situación es compleja porque se vive día a día discriminación, humillación, acoso, violación y muerte al género femenino.

Entre los estados que más se encuentra marcada la violencia hacia la mujer se encuentran: Guerrero, Puebla, Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Oaxaca, Durango, Sinaloa, Sonora, Guanajuato y Morelos. Los mismos estados en los que el crimen organizado invade.

Avances de la no violencia contra la mujer

El INM (Instituto Nacional de las mujeres) busca promover la campaña naranja junto a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres", pero ello durante 15 días. La campaña consiste en que México se vista de naranja y los monumentos más emblemáticos se vistan de este color.

Habrá que hacer más difusión por los medios, se necesita crear una epidemia de este tipo de información para que así toque los rincones de todo México y la violencia se vea derrotada.

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