10 formas de identificar a un adulto emocionalmente inmaduro

El síndrome del Principito (o la Princesa), cuando ocurre en la edad adulta, también se conoce como síndrome de Peter Pan. La afección no figura en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, por lo que no se considera un trastorno mental oficial. Pero es una condición común, que a menudo resulta de una madre (o padre) demasiado protector/a o de un padre que deja todo a su hijo o hija y le da demasiados elogios y atención. durante la niñez y la adolescencia. A veces, este comportamiento de crianza también se denomina incesto emocional. *

El síndrome de Peter Pan se considera tradicionalmente una situación en la que un hombre adulto es infantil e inmaduro, a pesar de su edad. Pero en la cultura actual, con tantas responsabilidades parentales, es seguro asumir que tanto hombres como mujeres pueden exhibir estos comportamientos. El Síndrome del Principito (o la Princesa) está relacionado, pero no es el mismo, con el Síndrome del Emperador, un término que se usa principalmente para describir a los niños chinos sin hermanos que se comportan como pequeños mandones.

Los pequeños príncipes y princesas, como yo los defino, son hombres o mujeres adultos que actúan como niños egoístas, adolescentes narcisistas o adultos jóvenes irresponsables y se sienten con derecho a comportarse como mejor les parezca. Aquí hay 10 rasgos típicos de una persona que vive con el síndrome del Principito o la Princesa . (En aras de la simplicidad, uso el término Principito a continuación, y me refiero al papel de las madres, no a los padres, pero los signos son aplicables a todos los géneros).

1. Está en contacto con su madre casi todos los días. Ella está más "en" su vida que nadie. Ella lo cuida y se preocupa por él, a pesar de que es un hombre adulto. Podía comprarle la ropa, ir a la tienda de comestibles y lavar la ropa por él.
2. Actúa como un niño, un adolescente o alguien mucho más joven que él. Podría tener rabietas o salir de fiesta toda la noche con personas 10 años más jóvenes que él.
3. Actúa como si las mujeres debieran servirle. Espera que lo cuiden y lo mimen a pedido. Con mucho gusto tomará, pero nunca dará.
4. No puede mantener una relación romántica estable a largo plazo. Los viejos socios acaban convirtiéndose en sus enemigos o en sus nuevos compañeros de juego.
5. Tiene fobia a involucrarse en casi todas las áreas de la vida, a pesar de su estilo de apego necesitado. Puede que le lleve seis meses comprometerse a comprar un sofá nuevo.
6. Tiene pocos amigos cercanos, si es que tiene alguno. Sus "amigos" consisten principalmente en su madre y los extraños que conoce cuando juega o está de fiesta.
7. A menudo es pasivo-agresivo, lo que significa que tiende a entregarse a una expresión indirecta de hostilidad a través de actos como insultos sutiles, comportamiento hosco, terquedad o un incumplimiento deliberado de las tareas. necesario.
8. Es narcisista o muestra un egoísmo infantil. Si algo le resulta levemente inconveniente, se resistirá a hacerlo.
9. Es financieramente irresponsable. Gasta demasiado dinero apostando, festejando o persiguiendo mujeres.
10. Rara vez piensa que algo es culpa suya. Culpa a todos a su alrededor por todo lo que está mal en su vida, incluso a su madre si no encuentra otro chivo expiatorio.

Es inusual que un principito posea cada uno de estos rasgos, por lo que puede ser difícil identificarlos. Su capacidad para atraerte a su mundo con su inocencia y encanto infantiles los hace aún más complicados, pero sus madres preocupadas, junto con su propia irresponsabilidad y egoísmo, finalmente los traicionan.

* Nota: El término incesto emocional también se usa para describir casos en los que un padre trata a su hijo como su pareja o cónyuge.

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