El psicoterapeuta como observador participante

El presente trabajo tiene como finalidad el realizar un análisis y reflexión acerca de la importancia que puede tener el terapeuta como participante activo desde una perspectiva principalmen

6 MAR 2017 · Lectura: min.
El psicoterapeuta como observador participante

Comenzaré por definir lo que es la observación participante desde la sociología. Para Flores (2009) la observación participante se da de manera inmediata en cuanto se asume uno o más roles dentro de una situación determinada, lo cual le permite al investigador conocer no sólo cómo se presentan ciertos fenómenos manifiestos y latentes, sino que además también le permite captar el sentido subjetivo de muchos otros comportamientos.

Desde una perspectiva psicoanalítica Sullivan (1996) hace la descripción del terapeuta como un observador participante, quien tiene el papel de atraer, establecer confianza y empatizar con el paciente. La observación participante permite al terapeuta sentir el influjo relacional del paciente y observar cómo participa en esa relación. Consiste en tres pasos: en primer lugar el terapeuta debe atender a sus propios sentimientos y tendencias a la acción (¿cómo me siento ahora con este paciente, que me veo impulsado a hacer?); en segundo lugar trata de identificar los llamados "marcadores interpersonales", es decir las conductas en la sesión que suscitan sus reacciones, y en tercer lugar trata de desengancharse de ese influjo dejando de emitir respuestas complementarias al esquema interpersonal del paciente y metacomunicando ese influjo en forma de hipótesis.

En la terapia interpersonal como describe Moreno (citado en Cukier, 2005) el terapeuta debe hacer el papel de un actor participante, no propiamente de manera formal, sino de manera psicológica como paciente. Es así que existen dos pacientes y no sólo uno, que ofrecen uno al otro terapia, según aptitudes y necesidades de cada quien.

Dentro de la sesión psicoterapéutica existen diversos fenómenos que se suscitan como lo son la transferencia o las resistencias. Si hacemos un recorrido histórico desde Freud al desarrollar su teoría psicoanalítica, podremos encontrar el hecho de que se basó gran parte en la física newtoniana del siglo XIX, y por lo tanto mecanisista, visto como un modelo positivista de la ciencia. Mitchell (1993) explica como la noción de esta física postulaba que si se conocía toda la masa del universo además de su ubicación, dirección y velocidad, entonces se podrían predecir todos los acontecimientos en el universo desde el momento actual hasta el fin de los tiempos. De manera similar, Freud amplía dicha metáfora del universo como mecanismo de desarrollo de la mente a través del tiempo.

Las contribuciones actuales de la física cuántica nos brindan otra perspectiva acerca de cómo se conciben diferentes fenómenos, acontecimientos y efectos. En el año 2007, científicos de la CNRS (Centro Nacional para la Investigación Francesa), realizaron con éxito un experimento en el que se comprueba que un fotón puede tener diferente comportamiento dependiendo la manera en que éste se observa. Los resultados han sugerido que un fotón elige cómo comportarse dependiendo del propósito del observador, aun cuando éste pretende retrasar al máximo su decisión y ejercerlo de manera aleatoria.

Estos aportes recientes de la ciencia me hacen preguntarme acerca de la importancia que tienen la presencia y la observación por parte del terapeuta en el tratamiento psicoterapéutico, ya que desde una perspectiva meramente ortodoxa, las intervenciones sólo conllevan un resultado importante en cuanto a las interpretaciones, señalamientos, confrontaciones, etc., sin embargo, ahora me es cuestionable el hecho de cómo puede intervenir e influir el terapeuta en la sesión con la simple observación.

A continuación presento una viñeta clínica en la cual se encuentra implicada en gran medida la importancia que tiene el terapeuta como observador activo en la sesión, y cómo a nivel transferencial todas aquellas fantasías generadas en el paciente pueden contribuir para producir una mejor capacidad de insight y representación mental.

M. es una paciente de 55 años de edad con 3 meses ya en psicoterapia, a lo largo de la cual se ha logrado establecer un vínculo terapéutico. Durante gran parte de su historia de vida y desde muy pequeña, M. ha sufrido de múltiples abusos de todo tipo y negligencias por parte de su familia y personas allegadas a ella. Actualmente se encuentra casada, llevando un matrimonio lleno de maltratos físicos y psicológicos. Hace un par de meses mantiene una relación sentimental con un notario, dicha aventura la ha llevado a sentir culpa y tener pensamientos persecutorios. En una sesión aconteció lo siguiente:

M.: Hoy no sé de qué hablar contigo.

T.: (silencio).

M.: Venía pensando en cómo me ves tú, y si piensas que he tenido avance o no.

T.: ¿Tú cómo te sientes?

M.: Pues yo me siento bien, pero no sé si tú veas un avance en mí, o quizás piensas que estoy tan loca que no tengo solución (risas).

T.: ¿Eso es lo que crees que pienso de ti?

M.: No es que crea eso, pero… ¿Puedo cerrar la ventana del consultorio?, se me imagina que viene alguien y escucha lo que estamos hablando… (se levanta y cierra la ventana).

T.: No hay problema.

M.: Es que se me imagina que viene mi esposo o alguien que nos conozca a él y a mí y nos escucha.

T.: (silencio).

M.: No vayas a pensar que estoy loca, pero no quiero que le vayan a ir con el chisme a mi esposo de lo que hablamos aquí.

T.: (silencio)… (Mientras tanto comienzo a pensar que existe algo que intenta confesarme y tiene gran dificultad para hacerlo).

M.: Vas a decir que qué clase de mujer soy, bueno, yo sé que tú no me juzgas y te tengo mucha confianza… (Suspiro)… Te quería contar que tengo un amante, es un notario mayor que yo, tiene 61 años, y tengo mucho miedo de que mi esposo me descubra.

T.: Sé que posiblemente te resultó difícil hacérmelo saber.

M.: Pensé que me podrías juzgar o ver como una mujer sin principios, pero al ver que no reaccionaste de esa manera ahora me siento mucho mejor, como si me hubiera quitado un peso de encima.

Es evidente el sentimiento de culpa que M. presenta en esta sesión, y cómo de manera transferencial yo ejerzo un representante actual de su ansiedad persecutoria, siendo aquel que puede verla como loca o como una mal clase de mujer. De manera contratransferencial, la fantasía que se genera en mí se desarrolla en el supuesto de que hay algo que intenta comunicarme, pero le genera gran ansiedad y se puede sentir tan perseguida que inclusive cierra la ventana del consultorio.

Para Sullivan (1996), inclusive el silencio se podría ver como una forma de participación interpersonal, así como un poderoso método de influencia social. Es interesante ver cómo la confesión de M. sucede sin existir mucha intervención por mi parte, y cómo la contención brindada a la paciente sin ser propiamente verbal puede encaminarla a ir sintiendo la confianza necesaria para comunicarme aquello que la tenía tan inquietada. La paciente menciona que pudo hablar de ello gracias a la reacción que vio de mi parte, siendo que la labor terapéutica más allá de una interpretación precisa, confrontación o clarificación, se basó simplemente en el vínculo presente entre terapeuta y paciente, por lo cual el ser participe o no del tratamiento tiene implicaciones más allá de la comunicación verbal o expresión corporal. El terapeuta es un observador participante ya que debido a su posición de neutralidad y de abstinencia de intervención que permite fluir el discurso del paciente, mantiene con él una relación importante, es decir el vínculo terapéutico a lo largo del tratamiento, favoreciendo así el autoconocimiento y el cambio.

Pichon-Rivière (1985) define al vínculo como aquella relación particular con el objeto, de la cual obtenemos como resultado una pauta de conducta, la cual tiende a repetirse de manera automática, tanto en su relación interna como también en su relación externa que guarda con el objeto.

Para finalizar, puedo concluir con la reflexión de que es innegable el papel que ejerce el psicoterapeuta inclusive desde la postura como simple observador. Podemos encontrar diversos fenómenos psíquicos implicados en nuestra labor psicoterapéutica, relacionándose todo esto de una forma increíble. Me pregunto si al igual que el fotón como partícula mínima elemental, cambiando éste su comportamiento dependiendo del tipo de observación que se le dé, también los elementos beta y alfa, la transferencia y contratransferenica, o las huellas mnémicas entre otros conceptos, podrían definirse de manera similar, como partículas elementales presentes en procesos psíquicos, teniendo cierta influencia ante la simple presencia y observación por parte del psicoterapeuta, manifestándose como actuaciones presentes durante la sesión de manera consciente o inconsciente, y aún más importante las implicaciones que pudieran tener todos estos fenómenos en el tratamiento psicoanalítico, en el que por presentarse un análisis en diván tanto la observación como la manera de comunicarse cambian y toman un sentidomás regresivo y de mayor profundidad, lo cual sólo me deja más inquietudes y preguntas que buscaré ir clarificando a través del resto de mi formación como maestro en psicología profunda y posteriormente como psicoanalista, por lo pronto la única conclusión que me queda clara es la importancia que tiene el vínculo en el tratamiento psicoterapéutico, ya que es éste el que nos aporta la principales herramientas de las cuales nos haremos valer como participes dentro de la psicoterapia, siendo un ejercicio de dos, trabajando tanto con nuestra personalidad como con la del paciente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • Cukier, R. (2005). Palabras de Jacob Levy Moreno. Vocabulario de citas del psicodrama, de la terapia de grupo, del sociodrama y de la sociometría. São Paulo, Brasil: Editora Ágora.
  • Flores, R. (2009). Observando observadores: Una Introducción a las Técnicas Cualitativas de Investigación Social. Santiago, Chile: Ediciones UC.
  • Martínez, Y. (2007). Los fotones se comportan como onda o partícula según el observador. Madrid, España. Tendencias21. Recuperado de http://www.tendencias21.net/Los-fotones-se-comportan-como-onda-o-particula-segun-el-observador_a1408.html
  • Mitchell, S. (1993). Conceptos relacionales en el psicoanálisis: Una integración. México, D.F., México: Siglo veintiuno editores.
  • Pichon-Rivière E. (1985). Teoría del vínculo. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Nueva Visión.
  • Sullivan, H. (1996). Harry Stack Sullivan: Interpersonal Theory an Psychotherapy. New York, E.U.: Routledge.

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Escrito por

Jaime de Jesús Flores Nache

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