¿Qué es la agresividad?
La agresividad es un estado emocional que responde a un conjunto de patrones de diferente intensidad. Se puede manifestar con violencia física, con palabras insultantes o con gestos corporales. Las causas pueden ser muy variadas. La agresividad tiene origen histórico-cultural, pues nuestros antepasados la usaban para poder defenderse de bestias salvajes o incluso entre los homínidos se atacaban por disputas de comida y/o territorio.
Esta parte agresiva del humano existe en el cerebro desde hace muchos millones de años e incluye el tronco del encéfalo y el cerebelo. Los bajos niveles de actividad de serotonina en el cerebro también pueden explicar algunos comportamientos agresivos.
¿Cuáles son las causas y consecuencias de la agresividad?
Las causas de la agresividad pueden ser multifactoriales, depende mucho de la persona, el entorno en que se creció y su desarrollo, la educación y la familia. A nivel psicológico, una persona puede padecer estados de neurosis, trastorno bipolar o depresión y estos pueden ser detonantes de conductas agresivas. Un menor al que no se le canaliza la frustración puede ser un adulto con conductas agresivas.
La agresividad varía de intensidad y puede generar serias consecuencias en la esfera biopsicosocial del individuo, dificultando sus relaciones, su convivencia y su interacción con el resto de la sociedad. Si la agresividad no se trata a tiempo, el individuo puede autodestruirse. Antes, para nuestros antepasados, la agresividad podía permitir la sobrevivencia, pero actualmente no es una conducta aceptada en la sociedad y la agresividad puede ser autodestructiva para quien la padece.
¿Cuáles son los síntomas de la agresividad?
Los síntomas de la agresividad son:
- Sensanción de presión en la cabeza y cefaleas
- Irritabilidad frente a una situación externa o interna (puede implicar una situación imaginaria)
- Palpitaciones que afectan la salud física
- Existe un aumento esporádico de energía, de euforia
- Pensamientos destructivos
La agresividad extrema se conoce como Trastorno Explosivo Intermitente y se caracteriza por comportamiento belicoso y en algunos casos, violencia física, pues la persona reacciona muy bruscamente en situaciones particulares y se sale de control.
¿Cuáles son los tipos de agresividad?
Los tipos de agresividad que existen son:
- Agresividad física, que se caracteriza por los golpes o herir a otra persona (puede ser un problema que define la violencia intrafamiliar, donde la persona golpea a su pareja o a sus hijos).
- Agresividad verbal, se conoce también como abuso verbal y tiene la característica que la persona intenta hacer daño con un discurso hiriente.
- Agresividad facial, en ella la persona hace señas o gestos que resultan ser agresivos para ciertas personas (la mirada fea es un claro ejemplo)
- Agresividad indirecta, toda persona que intenta o destruye ciertos objetos ajenos hace alusión a este tipo de agresividad.
- Agresividad sexual es cuando una persona abusa sexualmente de otra.
¿Cómo se puede curar o tratar la agresividad?
Para curar o tratar la agresividad existen métodos profesionales, que son implementados por psicólogos y se destacan los siguientes:
- Técnicas de relajación: el relajarte es primordial pues ante una situación estresante o que detona la agresividad la respiración profunda ha sido probada como método terapéutico. Al tomar aire por algunos segundos y después expulsarlo de forma lenta, hará sentir a la persona más relajada.
- Otro de los métodos que complementan la consulta psicológica es el ejercicio físico, porque disminuye los nervios y el estrés y aumenta la segregación de serotonina y dopamina.
- Nos dicen que somos lo que comemos y, complementado con el ejercicio, el buen comer es una de las claves.
- Evitar el cigarro o el alcohol también ayuda, porque contrario a lo que se cree, el tabaco no relaja sino que es un estimulante. La nicotina tiene un efecto en el cerebro que da la sensación de alivio, pero sólo es la supresión de los síntomas.
- El alcohol, por su parte, inhibe nuestra capacidad de autorregulación, es decir, bloquea la capacidad racional que tenemos de regularnos en contextos sociales. Una persona borracha se siente más libre de hacer lo primero que se le pase por la cabeza y, en algunos casos, esto supone dar rienda suelta a la agresividad.
Sabemos que el estrés es una de las enfermedades más importantes y que más personas padecen en este siglo. Combatirlo es una de las estrategias aplicadas por los psicólogos para tratar la agresividad en las personas que la padecen.
La serotonina también es importante para explicar las conductas agresivas, porque se ha comprobado que una disminución en la actividad de la serotonina desata la conducta agresiva. Varios estudios demostraron que el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina reducen algunos comportamientos agresivos.
¿Qué es la agresividad infantil y cómo lidiar con ella?
La agresividad infantil puede ser fruto de una educación laxa, con pocos límites, puede ser un rasgo característico de la personalidad o puede tener origen en algún factor psicológico que el profesional debe evaluar. En cualquier caso, los niños agresivos pueden ser tratados.Los niños suelen dar pellizcos, escupir, dar manotazos o empujones, para ello, existen momentos en que los padres dejan pasar este asunto y es muy importante el poder tomar acción apoyado con la asesoría de un experto, un psicólogo especializado en terapia infantil es una de las mejores opciones.
¿Quién te puede ayudar con la agresividad?
Siempre es importante que un profesional de la salud mental, un psicólogo experto que cuenta con el conocimiento y las herramientas necesarias sea contratado para ofrecer a sus pacientes los métodos eficientes, ya que la agresividad es un problema de salud mental y física que puede derivar en muchos problemas.
El psicólogo a través de una entrevista e inclusive un test de agresividad, podrá determinar el nivel y los pasos a seguir en busca de un tratamiento adecuado para el paciente. Encuentra en este Portal a psicólogos expertos en el tema.
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